Mujer joven rural y su búsqueda de identidad

SONIA ZAPATA DONOSO (Chile)

MAGÍSTER CIENCIAS SOCIALES, CONSULTORA EXTERNA IICA.

Sabemos por investigaciones anteriores que el concepto de juventud en general, está en construcción en el mundo rural, de hecho aún podemos considerarla una situación nueva, que se ha producido por la conjunción de varios factores que en un momento dado interactúan, entre los que podemos mencionar a la extensión del período escolar, el evidente retraso de la edad del matrimonio, la prolongación de la edad inicial para acceder a trabajos, y desde luego la influencia que ha tenido en el medio rural la realidad urbana, dada a conocer por los diferentes medios de comunicación.

Este nuevo sujeto social el joven rural, aún no tiene una significación adecuada para el mundo rural, aún no existe un sistema de normas, roles, de ubicación en el sistema campesino, lo que significa que este grupo etáreo está en proceso de definición de identidad. No existe claridad en
este momento con respecto a lo que es ser joven mujer rural, que se espera de ella de su comportamiento social, de sus responsabilidades, no se han asignado espacios de expresión para ellas. El mundo rural no tiene referentes para que la joven mujer rural pueda lograr construir una identidad específica y de allí que muchas de ellas busquen y adopten como imagen de joven, la de la joven urbana entregada por los medios de comunicación social.

En un focus groups, llevado a cabo en la VII región,( 2000) la suscrita recibió el testimonio de algunas jóvenes rurales, de 17, 18 años, quienes relataban lo que significaba para ellas el asemejarse a las jóvenes urbanas, cómo las estudiaban en sus modos de hablar, caminar, vestirse y como su mayor logro era que nadie pudiera reconocer en ellas a una joven campesina, sino que las consideraran jóvenes de la ciudad. Este hecho habla por sí sólo de su necesidad de sentirse «perteneciente a» y también nos entrega elementos claros respecto a la marginación que estas jóvenes experimentan en el espacio rural.

Si los jóvenes en general viven sentimientos de marginación de exclusión en el medio rural, no podrán desarrollar sentimientos de pertenencia a él.
Si en el medio rural no hay espacios definidos para los jóvenes rurales, ellos no se sentirán incluidos y mal podrán desarrollar sentimientos de identidad.

Las jóvenes además comentaban como les agradaba este mundo urbano mostrado por los medios de comunicación, ellas veían a las jóvenes urbanas actuales, modernas, seguras de sí mismas, dispuestas a cualquier innovación, cambio, situación absolutamente contraria a la vivida en el
mundo rural que se les aparece como un mundo muy tradicional y antimoderno.

Los medios de comunicación en general muestran y hacen hincapié en la existencia de un espacio para los jóvenes en la ciudad, en donde ellos pueden expresarse con libertad, asumen al parecer escasas obligaciones y son reconocidos y validados por su entorno.

Otro de los elementos claramente distinguido por ellas y del cual se quejan constantemente, tiene que ver con el escaso reconocimiento por parte de los adultos rurales a cualquier habilidad, deseo, conocimiento de parte de los jóvenes para expresar, iniciar, llevar a cabo sus propias ideas, expectativas. Esta desconfianza demostrada por los adultos impiden que se establezcan relaciones de cooperación mutua, de cercamiento, entre las organizaciones de las jóvenes y la de los adultos.

El mundo rural en su discurso reiterar que espera que las jóvenes se integren y participen, pero aún se les sigue considerando » un adulto incompleto» , lo que deja en ellas la sensación que este mundo rural no tiene espacios donde ellas puedan realizarse y desarrollarse como jóvenes.
Esto significa que la joven tiene grandes dificultades para llegar a desarrollar una identidad propia, que sea además validada por ellas y por el resto de la comunidad rural.

Las jóvenes, y en este aspecto comparten visión con los jóvenes rurales, consideran que aquellas características, cualidades, condiciones, que los «intelectuales», «los escritos de Gobierno» reconocen en los jóvenes como creatividad, iniciativa, adaptación rápida a los cambios tecnológicos,
mayor conocimiento de técnicas modernas. Son elementos que en el mundo rural no se consideran, o no se valorizan lo suficiente, al momento de incluirse en el medio del trabajo, en los sistemas productivos existentes en el mundo rural; donde aún se da mayor relevancia a la experiencia, la seriedad, responsabilidad, características que se le atribuyen exclusivamente a los adultos rurales.

En el caso específico de la mujer joven rural, estas situaciones se agravan, debido a la gran cantidad de restricciones, discriminaciones que pesan sobre ella y le dificultan su ingreso al mundo laboral y al mismo tiempo la posibilidad de ir creando espacios definidos de sociabilidad.
Pero su familia al mismo tiempo que le cierra una serie de posibilidades les abres otras, ya que es una realidad concreta y verificada que las estimula y les facilita la prolongación de sus estudios.

El hecho que la mujer joven rural adquiera una mayor preparación en diferentes tipos de educación está de alguna manera facilitando su expulsión del medio rural, aún cuando los nuevos cambios en el ámbito productivo rural permiten la creación de trabajos específicos para las mujeres, especialmente en las áreas de frutales y semillas. Esta mayor preparación unida a la situación de no identidad que vive la joven rural facilitan su ida al mundo urbano.

No olvidemos que este mundo urbano ya le ha dicho a la joven rural que la etapa de juventud es entretenida , y que ellos le asignan una alta valoración social. La joven ve las dos realidades y desarrolla sentimientos de profunda insatisfacción con respecto al medio rural.

Si a estos hechos sumamos la acción que ha realizado la familia y la educación formal, en el sentido de mostrarles desde temprana edad a los niños y jóvenes rurales que el Mundo Urbano es mejor, presenta más oportunidades y es más beneficioso para ellos, en las jóvenes queda claro, tal como ellas lo han manifestado» si yo me voy a la ciudad y me quedo ….es que triunfé, ….todos aquí me ven como …como si fuera exitosa».

La familia campesina, desarrolla toda una serie de sacrificios, de actividades, con tal de lograr que sus miembros obtengan una educación formal mínima que les asegure su posible inserción en el mundo urbano.,»que estudie para que sea más que nosotros,…..pa que no ande con la pala al hombro» El sistema escolar, hemos visto, está orientado al mundo urbano, sus curriculum tienen el sesgo urbano, y por lo tanto está socializando a la joven en el sentido de considerar el mundo urbano como lo mejor, lo deseable, lo que es necesario alcanzar. ( Zapata,2001)

Si seguimos «ahondando» en el tema existen otros elementos atentatorios contra la buscada identidad campesina, recordemos como los habitantes del medio rural «huaso,…huasa» son desvalorizados en los medios urbanos en general, el «ser huaso» es sinónimo de ignorante, inhábil, simple. Las jóvenes en el focus groups mencionado con anterioridad expresaban «lo único que queremos es que no se nos noté que somos huasas……sería terrible». Otra añadia » lo que más cuesta es no tener el tono de acampao, eso cuesta y mientras ….. una no habla no más».

Cuando se enfrenta a estas jóvenes a ver las cosas positivas y negativas de lo urbano y lo rural, ellas manifiestan que si bien es cierto la ciudad les ofrece innumerables posibilidades y oportunidades en el área laboral, social y recreacional, alejándolas de su identificación con el mundo campesino; por otro lado este mundo urbano es amenazante, lo ven como inseguro por la delincuencia existente, les da miedo la poca comunicación y frialdad de las relaciones humanas, lo que estaría reforzando una identidad rural por contraposición.

O sea, podríamos concluir que existen algunos elementos que estarían favoreciendo en las mujeres jóvenes rurales el deseo y la formación de una identidad rural, aunque no existe seguridad alguna que sea una identidad de joven rural. Las jóvenes manifiestan en forma reiterada su deseo de permanecer en el campo y de poder tener espacios propios en este su mundo, que la mayoría de las veces lo ven como hostil y expulsador. Inclusive existe un pequeño sector, aún, que esta consciente que debe dar una «batalla» para lograr estos espacios, pero están dispuestas a lograrlo……creemos que así será.